Esquizofrenia

Esquizofrenia

La esquizofrenia o trastorno esquizofrenico es un trastorno mental caracterizado por alucinaciones auditivas y visuales, ademas de psicosis y delirios que dificultan la manera de vivir de un individuo. Se desconocen las causas exactas del trastorno esquizofrénico, aunque las investigaciones sugieren una combinación de factores hereditarios y ambientales. Sin embargo, es sobre todo un problema biológico (que comporta alteraciones cerebrales), si bien ciertos factores externos como situaciones vitales cruciales estresantes o abuso de sustancias pueden servir como desencadenantes. Además, el uso de sustancias recreativas, como la marihuana, las metanfetaminas o el LSD, a veces puede causar signos y síntomas similares. Las personas que padecen esquizofrenia necesitan recibir tratamiento durante toda la vida. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas antes de que se desarrollen complicaciones más graves y puede mejorar el pronóstico a largo plazo.

Las personas que padecen este trastorno pueden padecer de los siguientes sintomas:
– Comportamiento: aislamiento social, comportamiento desorganizado, agitación, agresión, automutilación, comportamiento compulsivo, excitabilidad, falta de autocontrol, hostilidad o movimientos repetitivos
– Cognitivos: trastorno cognitivo, delirio, lentitud para realizar actividades, amnesia, confusión, creencia de que los pensamientos no son propios, creencia de que un evento común tiene un significado especial y personal, desorientación o falsa creencia de superioridad
– Estado de ánimo: pérdida de interés o placer en hacer actividades, ansiedad, apatía, descontento general, enfado, respuesta emocional inadecuada o sensación de desconexión con uno mismo
– Psicológicos: alucinación, escuchar voces, paranoia, delirio persecutorio, delirio religioso, depresión o miedo
– Habla: habla circunstancial, habla incoherente, habla rápida y frenética o trastorno del habla
– Además de: deterioro de la coordinación motriz, falta de respuesta emocional, fatiga o pérdida de la memoria

Los tratamientos antipsicóticos han permitido que, en la mayor parte de los casos, el paciente con esquizofrenia pueda vivir en comunidad. Es extraordinariamente importante aprovechar esta posibilidad y combinar el tratamiento farmacológico con una serie de medidas destinadas a que el paciente esté ocupado y activo. Estas medidas constituyen lo que se denomina terapia psicosocial. Además de la terapia psicológica individual, puede ser de gran utilidad la psicoterapia grupal, así como los talleres ocupacionales o los centros de día de salud mental, en función de la gravedad de cada caso.
El diálogo entre paciente con esquizofrenia y el médico puede ser un instrumento terapéutico importante si tiene como fin que el enfermo conozca su patología. El médico le puede enseñar a convivir con la patología y a utilizar sus propios recursos psicológicos y ajenos para acercarse más a su entorno.
Por otra parte, es importante que el psiquiatra informe tanto al paciente como a los familiares con los que convive sobre las características sintomáticas de la enfermedad y les ayude a distinguir cómo se han manifestado en su caso particular, con vistas a prevenir o intervenir en caso de reagudización. También es esencial que el psiquiatra informe sobre los tratamientos antipsicóticos, sus efectos y ventajas, y los posibles efectos adversos. Además es necesario que el psiquiatra ayude al enfermo y allegados a que consigan una comunicación adecuada en el medio familiar.
Otras técnicas de psicoterapia individual, como por ejemplo las de tipo psicoanalítico, no parece ser eficaces en la esquizofrenia.

En los últimos años se ha puesto de manifiesto que podría ser una enfermedad del neurodesarrollo, ya que la mayor parte de los hallazgos neurobiológicos (afectación de las vías cerebrales relacionadas con el glutamato, la serotonina, la noradrenalina y la acetilcolina) son compatibles con alteraciones del desarrollo cerebral temprano. Estudios con técnicas histopatológicas y con técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética (RM), han detectado anomalías en la estructura de determinadas regiones cerebrales. Otras técnicas, como la tomografía de emisión de positrones (PET), han permitido observar algunas alteraciones en el funcionamiento del cerebro de estos pacientes en comparación con el de personas sanas. Conjuntamente, estos hallazgos apoyan la teoría de que la esquizofrenia puede tener su origen en alteraciones del desarrollo cerebral muy precozmente, en concreto, durante el desarrollo del cerebro embrionario.

Citamos un caso bastante conocido de esquizofrenia infantil: El caso de Jani Schofield.
El caso de Jani dio la vuelta al mundo a raiz de un documental en el que se informaba sobre su caso, al ser la niña mas joven en ser diagnosticada con uno de los casos mas severos de esquizofrenia infantil. Los médicos informaron que la niña no tenía amigos imaginarios, sino alucinaciones que formaban parte de su día a día. No es extraño que algunos niños a esa edad tengan amigos imaginarios, pero son conscientes de que no son reales. Sin embargo, Jani tenía su propio mundo imaginario que consideraba completamente real. Cuando hablaba de su mundo, todo parecía inquietante, extraño y oscuro. Ella le llamaba “Calanini” que, según indicaba, está ubicado en el límite “entre este mundo y mi otro mundo”.
Aqui citamos otros casos clinicos sobre esquizofrenia

Algunas condiciones relacionadas con la esquizofrenia: Psicosis, trastorno esquizoafectivo, trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno depresivo mayor, trastorno por estres post traumatico, trastorno antisocial de la personalidad, trastorno de ansiedad generalizada, autismo, trastorno bipolar tipo II

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